lunes, 3 de diciembre de 2007

Comics y política

Como algunos sabrán leo comics estadounidenses y hace tiempo vengo pensando en cómo hay una corriente de historias que hablan sobre temas muy actuales, post 11S. Algo que llama la atención en un mercado editorial complicado a nivel autores y empresas, en donde generalmente no se habla de ciertos temas.

En los últimos años las dos principales empresas de comics estadounidenses (DC y Marvel) han ido tomando rumbos bastante más comprometidos que lo usual. Antes, este tipo de ideas políticas o un poco controvertidas a nivel “moral” no entraban en las líneas principales. Aparecían en personajes secundarios o en lo que se conoce como “otros mundos” (lo comentaré en otro momento).

Principalmente, me gustaría hablar como el 11S cambió muchas cosas y, creo, hizo más serias las tramas de ciertos comics, planteando dilemas y problemas morales de diverso tipo: la identidad, la privacidad, el límite del poder (político o superhumano), y cuánto se puede sacrificar por la libertad antes de volverse “peor que el otro”.

Tomo como primer ejemplo la saga “Civil War” de Marvel, que lo dice todo con el título. Básicamente, la trama cuenta que (debido a problemas muy graves que vienen de otra saga anterior), el gobierno de EEUU pretende que todos los superhéroes y personas con superpoderes se registren, con nombre real y alter ego, así como sus poderes. Y entonces empiezan los problemas. Spiderman y otros, como Iron Man, se ponen a la cabeza de los que apoyan la iniciativa gubernamental (Spiderman incluso se saca la máscara en TV, por lo que sé). Pero Capitán América y otros lo ven como una violación a los derechos humanos de privacidad que tiene cualquier persona, y encabeza la oposición, convirtiéndose en fugitivo. Luego de una pelea con Iron Man, a quien le gana por poco, se rinde cuando ve que estuvo a punto de lastimar a las personas que trata de proteger. Cuando están por juzgarlo, un francotirador lo mata (marzo de 2007). Otros superhéroes, como Wolverine (quien también es un experimento de super soldado mutante, pero canadiense) buscan vengarlo.

Los temas acá son claves: privacidad, lo público y lo privado y el conflicto que surge cuando algo de lo privado puede poner en peligro lo público. Así como las autoridades estadounidenses querían tener registrado hasta qué libros sacaba cada uno de la biblioteca, ¿dónde se corta la defensa de la libertad y empieza la caza de brujas? ¿La caza de personas peligrosas para la sociedad permite poner en peligro la misma idea de sociedad que tenemos?

DC también ha incorporado tramas más adultas y jugadas desde hace un tiempo. En 2005 planteó una cuestión trascendental en la historia de los superhéroes, tocando el punto sensible de todos: sus identidades ocultas y hasta donde se puede llegar por protegerlas.

El crossover (saga que atraviesa todas las series) bien llamado Identity Crisis, precuela de Infinite Crisis (continuación de una serie de 1985!!!), dura siete contundentes números que cambian para siempre la cara del comic.

El problema comienza cuando asesinan a la esposa de un superhéroe. Al igual que sucede en el universo de Marvel, algunos superhéroes han revelado sus identidades por voluntad propia, mientras otros las mantienen en secreto.

El homicidio, a primera vista irresoluble, convoca a toda la comunidad de superhéroes. La Liga de la Justicia se pone en la búsqueda de sospechosos de todo tipo. Removiendo cielo y tierra, descubren algo muy extraño. Aparentemente, no es la primera vez que un villano ha encontrado la identidad secreta de un superhéroe y se ha aprovechado de eso.

Capa por capa, página a página, se va develando la conspiración (no leer más de acá si uno está interesado en verlo por su cuenta).

El asesino actual había violado a la víctima años antes en un incidente similar. Los superhéroes habían llegado tarde, y para solucionar el tema, borraron la mente de la víctima y el victimario. No podían castigar al violador sin permitir que rebelara la identidad secreta de su compañero; y tampoco podían matarlo. De manera que crearon la ilusión de que todo estaba bien, por así decirlo. ¿De qué nos enteramos después? Que en esa ocasión, no todos los superhéroes estaban de acuerdo. Y que los que impulsaron la iniciativa de hecho manipularon la mente de los que estaban en contra (entre ellos Batman y Flash) para hacerles olvidar todo.

El problema moral es directo. ¿Qué harías para defender a tu familia? ¿Cuando te haces peor que tu enemigo, cuándo por hacer un bien terminas haciendo un mal? Y enfocado a los tiempos que tenemos, el manipular la mente ajena es el colmo de la invasión de la privacidad; ergo estamos haciendo peor el problema. Ni hablar de una democracia en donde la gente no tiene memoria.

Esta tensión entre los personajes se dispara con una serie de eventos de todo tipo. En cada serie de cada personaje se van planteando los resultados del dilema moral. Lo que sucede finalmente es que la Liga de la Justicia se desbanda, con Batman y otros no estando de acuerdo con las ideas de los demás. Batman se vuelve paranoico, solitario, desconfía de todos porque sus mayores amigos y compañeros avalaron semejante asalto a la privacidad. Más adelante, Wonder Woman tiene que matar a un villano para liberar a Superman de su control mental, y la imagen del suceso (sacado de contexto, diríamos) es televisado mundialmente como parte de una conspiración, lo cual aleja también a este personaje de la sociedad y de sus antiguos camaradas.

Los ideales de comunidad y justicia que habían durado décadas en la ficción y en la realidad se rompen. La Liga de la Justicia, perdidos sus ideales, no puede existir; y mientras tanto los superhéroes, adalides de la justicia y el buen uso del poder, son vistos por muchos bajo otros ojos.

¿Pérdida de los valores, de los ideales, de la confianza en los gobiernos?

Gastón.


1 comentario:

Sandra dijo...

Buenísimo el bloggg ... todavía no pude leer, pero ya lo voy a hacer y poner mis comentarios .. salutti, Sandra.